domingo, 19 de abril de 2015

Escribiendo el día uno…


Y bueno siendo las 8 de la noche y unos minutos más del 18 de Abril de 2015, me pongo a escribir las historias de mis desempleo y la razón del porque llegué a este punto.

Hace unos minutos escribe en mi twitter @gelitoazul, que quería salir a comer, no esperaba una respuesta la verdad... pero @lilimariagomez me respondió y esto paso:
-         @gelitoazul sal ¿no?

*  @lilimariagomez Ganas, pero este desempleo no me deja ni probar una menta fuera de casa :(.

-         @gelitoazul entiendo, come en tu casa y sal a darte una vuelta después. No para todo hay que gastar dinero.

     *  @lilimariagomez ES una buena opción... pero la zona no da jajaja. Tocó casa por hoy :). Gracias :*

     - @gelitoazul jajajaja, escribe un blog (empieza ya), mis días de desempleo ;)

Y bueno en efecto ahí surgió la idea, historias hay muchas... pues mi tiempo de desempleo empezó el 30 de noviembre de 2014, desde dicha fecha no he conseguido un empleo formal que me permita ganar dinero a través de un pago mensual como la mayoría lo tiene.

Hoy quise salir a comer, pero como es evidente en la conversación a mis bolsillos les pesa cada peso, porque claramente no tengo muchos a favor de gastos o inversiones en este momento.

¿Con qué cuento entonces? ¿Qué me ha permitido vivir sin dinero estos meses?

Gran parte se lo debo a la zona de confort en la cual me imbuí este tiempo y fue mi casa... que va!! la casa de mi mamá, si tuviera casa seguro otra sería la historia. Decidí regresar a mi casa -entiéndase la de mi mamá-, el 9 de enero de 2015, (sí ya sé empecé a ser desempleada mes y medio antes). Ahora bien ese día regresé de Valledupar por carro a Bogotá, luego de que mi mamá tuviera un accidente en una de sus manos y a mí me pudiera más la culpa por no estar con ella que el pensar: Ella va a estar bien, si me regreso a Bogotá seguramente yo no... No importa la inteligencia emocional huyó y me ganó el pobrecita mi mamá sola… así como muchas de las monedas que ahora lo hacen.

Regresé a Bogotá y el primer fin de semana fue de locos, no sentí la densidad de no tener un peso en el bolsillo, ni la presión de un empleo formal inmediato, ¿Cuántas excusas? Infinitas, podemos empezar por contar que es el principio de año y en esta fecha no se mueven las convocatorias, nadie trabaja, no hay nada... ya vendrá algo mejor.

Empecé a perfilarme solo a las ofertas de Bogotá, la razón fue simple, no quería irme de Bogotá porque llevaba año y medio fuera de Bogotá y me parecía justo conmigo regresar a mi tierra para no aburrirme eternamente en lo que yo llamo la provincia, cada fin de semana que me quedaba lejos de Bogotá dormía como pata hinchada me levantaba a desayunar a las 2 de la tarde y me acostaba sin más pena en mi sofá o volvía a mi habitación a encerrarme en el sueño. Sin embargo Bogotá no ha sido la plaza que yo esperaba, ha sido complejo sentarse día a día a buscar ese trabajo que me gusta y ese sueldo que espero para tener ese grandioso empleo formal.

Pero nada de nada... El desespero a veces me toma por sorpresa, "los amigos" rara vez aparecen a invitar un café o al menos a decir camine da una vuelta y se da un respiro, sí ya sé... Llegamos solos y nos vamos solos, pero pues, uno no deja de querer ese apoyo de fresca para eso estamos... ocupados o con pereza o cualquier otra excusa y una piensa... ay yo sí soy mucha... (Sí eso que está pensando) yo si di y ahora... Bueno en fin... Las cosas en casa de mamá no marchan mejor y el tema del dinero se mezcla con todos los demás, el dinero no hace la felicidad eso es claro, pero evita una cantidad de jodas, que uno no se imagina hasta que no lo tiene…

Cierro este primer día con un cambia todo cambia, somos víctimas de nuestros procesos y nuestras dinámicas, si nos activamos todo se mueve, sino... todo cae.

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